“Que el yo del año que viene sufra las consecuencias”
Es algo innato del ser humano, el dejar las cosas para luego, aunque sean las tareas más nimias que jamás se hayan inventado, pero nunca hay ganas para llevarlas a cabo, y poco a poco, cuando pensamos en ellas y elegimos el camino de la procrastinación, las vamos subiendo en el pedestal de las tareas más odiosas… Luego no son para tanto, pero cada mínimo vistazo a ellas, nos hace odiarlas aún más, y desear postergarlas un ratito más.
Con las costumbres nos pasa igual, descubrimos que tenemos un mal hábito, y reconocemos que debemos cambiarlo, pero creemos que para eso siempre hay tiempo.
Con respecto a la tecnología pasa lo mismo, vemos que cuando enviamos archivos a otra persona a través de skype, nos tarda una vida, bueno, a lo mejor para mandar un archivo de 2 megas, emplea 10 minutos, pero no había prisa, y como no vamos a pararnos a investigar (que tampoco hay que crujirse) métodos alternativos, y hoy tenemos que enviar un archivo de 200Mb, pues, ¡ vamos a enviarlo por skype ! ¡ Sólo va a tardar 18horas, tendremos que rezar para que no se corte la conexión ! Eso sí, nos pasaremos las 18 horas quejándonos de lo mal que va Internet, porque quejarse (de esto) es gratis, mientras Rajoy no se entere mucho.
Eso sí, luego viene alguien diciendo… envíalo a través de una web de descargas, Dropbox, troceado por e-mail, o como sea… y más delito aún tiene si… tiene alquilado un servidor; pero bueno, digas lo que digas, el archivo se mandará por skype, aunque al final entre cortes y otras cosas haya tardado 2 días… ni que tuviéramos módems de 56Kb para estas cosas, todavía en 2013…
Con respecto a utilizar los métodos más óptimos pasa igual, el método más óptimo, siempre será skype, porque yo sólo tengo que arrastrar el archivo a la conversación y se manda sólo… hace años era el Messenger, igual que si vas a iniciar una videoconferencia, siempre por skype, últimamente no va muy fino, y la calidad del audio no es muy buena, ni la del vídeo, pero es lo más óptimo y se tarda poco en iniciar. Luego durante la conversación, ambas partes no paran de pedir que el otro repita lo que acaba de decir porque se corta y suena a lata, y luego a quien se ha empeñado en iniciar skype le da por enseñarte una foto a través de la cámara, y tú le dices: “Sólo veo manchas, no reconozco nada”, y a esa persona sólo se le ocurre acercar más la cámara a la foto. Ok, veo las mismas manchas, pero más de cerca, pero, ¡¡¡¡ no se distingue nada !!!
Después de varios días sufriendo el servicio de skype, decides probar métodos alternativos, porque claro, estamos en 2013, hace más de 10 años que los coches debían ir por el aire y casi lo mismo que deberíamos tener chips de ampliación de memoria en la cabeza, incluso, las videoconferencias, serían con hologramas sobre la mesa… hace más de 10 años; pero no, tienes que sufrir una pésima calidad de audio y vídeo, pedir que te repitan las cosas mil veces porque la comunicación no es buena… en fin, ¡debe haber algo!
Descubres que hay decenas de programas y webs desde las que puedes hacer una conferencia, pero como skype es lo más óptimo y más cómodo, la otra persona decide no instalar nada en su ordenador, vale, probamos con las webs, con esto del HTML5, es una realidad, esto de la comunicación desde el navegador, por lo que un día, no sé por qué, lo probáis las dos personas, y la comunicación es fluida, el vídeo se ve bien, incluso reconoces letras escritas en un papel, algo que de la otra forma era imposible. En ese momento una especial sensación de felicidad recorrió mi cuerpo, al ver que todas mis frustraciones se habían solucionado. Es más, no teníamos que repetir lo que habíamos dicho, ni se escuchaba una lata, incluso había poco retraso, era, después de sufrir durante semanas la mala calidad de comunicación, simplemente maravilloso.
Pero claro, siempre hay algo malo, había que iniciar un navegador, entrar en una página, y enviar una llamada, son 3 pasos, en lugar de 2 (cambiar de aplicación, e iniciar una llamada de skype, porque oye, el skype siempre está abierto)… y por ese motivo, esa persona, sigue haciendo todas las llamadas por skype, y yo tengo que sufrir la mala calidad, los retrasos, y pedir que me repitan las cosas 20 veces. Es decir, es preferible, tardar 10 segundos menos en iniciar una llamada de 1hora dominada por la frustración de ambas partes, que invertir 10 segundos más en iniciarla, tardar 50 minutos y acabar con una buena sensación.
En general, el ser humano prefiere terminar pronto hoy, que facilitar un poco las cosas para el día de mañana en el que ganará tranquilidad y bienestar.
Por cierto, parece que en el artículo la he tomado con skype, es cierto, que el sistema no destaca por su gran calidad, hace años sí que no había otra cosa, pero bueno, yo soy usuario de skype para muchas cosas, pero me frustra ver que hay personas que le dan tanto valor a la comunicación con ese programa.