El tiempo pasa casi sin querer

Las vacaciones de verano se acaban, y tenemos que incorporarnos al frenético ritmo de nuestras vidas. Cada minuto que pasa parece que resuena en mi cabeza con todas esas cosas que debería haber hecho y no he tenido tiempo de hacer.

Recuerdo cuando era niño, aquellos veranos eternos, en los que, hasta me aburría de tener vacaciones y de tener horas y horas para mí, recuerdo aquellas eternas tardes en las que cuando me acostaba me ponía a pensar en todas las cosas que había hecho, y eran muchas, parecía que los días tenían 30 ó 40h; ahora cuando me pongo a hacer algo, cuando me mentalizo y me sitúo me doy cuenta de que han pasado 3h, ¡ se me ha ido más de media mañana y casi ni he empezado !

¿Estoy perdiendo el tiempo? ¿Se me escapa la vida? O es que mientras estoy con mis tareas viene un/una extraterrestre, para el tiempo y cuando lo vuelve a reanudar ya está anocheciendo, o tal vez la contaminación esté haciendo el  movimiento de rotación de la Tierra más rápido, o estar rodeado de tantos campos electromagnéticos hace más lenta la sinapsis…

En cualquier caso, después de unos días frenéticos vuelvo a la carga y espero que os guste la foto del reloj.