El verano se fue de nuestras manos
Este ha sido un verano cargado de novedades y grandes cambios en mi vida personal. Normalmente pienso que debo adaptarme de la mejor forma a todo lo que me rodea, a lo darwiniano. Pero eso no significa que sea fácil, y además de los muchos cambios en poco tiempo, un tiempo de adaptación casi nulo, ya que la Tierra sigue dando vueltas, el mundo sigue viviendo, y deseas que se pare por un día o dos y te deje tranquilo para poder asumir las novedades, pero nadie le da al interruptor del planeta y lo apaga.
El verano se fue, como todas las demás estaciones antes, y el otoño seguramente se vaya tan rápido como ha venido. Al mismo tiempo me doy cuenta del trabajo que tengo por hacer en mi vida, para lograr mis objetivos, mis sueños, y veo que las cosas en mi vida no avanzan a la misma velocidad que mi percepción de la vida de los demás pero debo ser consciente de que cada uno de nosotros, cada punto del universo es independiente, cada partícula tiene una trayectoria, una velocidad y una motivación y yo debo seguir la mía.