El poder de la palabra, ¿ te ayudo ?

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Las palabras revolucionan pensamientos y cambian estados. Son capaces de unir a un pueblo o de separar a dos personas. Pero también son capaces de conseguir que una sola persona consiga cosas increíbles o inalcanzables, al menos a priori.

Pero tras un exhaustivo estudio empírico he llegado a la conclusión de que hay dos palabras, sólo dos palabras capaces de conseguir que una persona consiga algo que no es capaz de hacer.

De la misma manera que un simple: ¡ No te atreves !, ¡ No eres capaz ! o cualquiera de sus variantes puede hacer que consigamos nuestro propósito de que alguien haga algo aunque en realidad no quiera, solo por demostrar que puede; se necesita de una persona ajena que, cuando encuentre que alguien está intentando realizar una actividad una y otra vez sin éxito, con actitud pronuncie las palabras: “¿ te ayudo ?”

En el mismo instante en que el sonido aproximadamente a 343m/s recorre el camino desde tus cuerdas vocales y en el oído de la persona a la que quieres animar con su propósito a toda velocidad, atravesando el conducto auditivo externo y llega hasta el tímpano, luego hace vibrar los huesecillos del oído medio, martillo, yunque, ¿lenticular? (cuando yo lo estudié eran cuatro huesecillos, pero en un momento de la historia que no logro recordar, tal vez cuando Plutón dejó de ser un planeta, desapareció) y estribo y entrarán de lleno en el caracol donde se dividirán en varias frecuencias y se mandarán impulsos eléctricos al cerebro a través de los nervios. Pues justo cuando llega al cerebro, se interpreta un mensaje amenazante del tipo: “Soy mejor que tú, y lo sabes!”

El organismo del receptor, en ese momento será capaz de desarrollar una fuerza sobrehumana, velocidad superlumínica, o una inteligencia inigualable hasta cumplir sus objetivos.

Ya sabéis qué hacer cuando alguien no pueda abrir un bote, no sea capaz de encestar una bola de papel en una papelera, no pueda enchufar un USB por muchas vueltas que le dé o no pueda colocar un piso más en el castillo de naipes.

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